Courtney Crumrin y las criaturas de la noche, publicado por la editorial Norma, es la primera recopilación de los primeros cuatro números de la serie limitada del mismo nombre, dibujada y escrita por Ted Naifhe.
La historia comienza con la llegada de la familia Crumrin al vecindario de Hillsborough en la vieja casa de su tío Aloysius. Ahí Courtney descubre que tanto en el vecindario como en la tenebrosa casa de su tío residen seres que van mucho más allá del entendimiento mortal. Trasgos, duendes y gatos parlantes son algunos de ellos, un mundo donde la magia arcana y las criaturas de los cuentos de hada existen, solo que de una forma retorcida y horripilante.
Aunque para la mayoría de las personas, como los compañeros de clases y los padres de Courtney (que la mayoría de las veces demuestran ser superficiales y egocéntricos) les pasa desapercibida la existencia de estos seres, Courtney por alguna razón está muy ligada al mundo de lo sobrenatural. Para su suerte, no es la única, ya que contará con la ayuda de su tío, que muy pronto revela ser un experto en el tema. Ésta es la premisa del comic que fue nominado a un premio Eisner por mejor serie limitada.
Aunque la historia en sí guarda algunas similitudes con respecto a trama y la ambientación de otras obras del género fantástico juvenil, tales como Coraline y las crónicas de Spiderwick; el autor Ted Naifhe logra agregar un toque de originalidad con cierto grado de cinismo y crudeza del cual el género está exento, aportando versiones más actualizadas de las leyendas del folklore europeo y estadounidense, que muy lejos de representar un cuento de hadas con un final feliz muestran el lado primitivo y terrorífico del que están basadas estas historias.
Los primeros cuatro números muestran como Courtney se va adaptando a su nuevo vecindario, lleno de niños ricos y caprichosos que disfrutan burlándose de ella. Por otro lado sobrevive el día a día con sus desinteresados padres. La magia suele aparecer como detonante en cada una de las historias, a veces como una amenaza o fruto de un experimento fallido de la misma Courtney. Cada uno de los relatos recopilados en este tomo es narrado de una forma simple que hacen posible su entendimiento a casi cualquier persona de cualquier edad.
El dibujo y entintado crean una perfecta atmósfera de terror y elegancia en el comic, haciendo innecesario el color. Las personas son dibujadas con un aire realista y otras veces caricaturesco para resaltar la estupidez y personalidad de algunos personajes. Las criaturas, por otra parte, logran tener ese estilo intimidante y lleno de incertidumbre que a veces puede resultar feroz aunque mantengan un diseño simple, muy parecido a los de Mike Mignola en los primeros números de Hellboy.
En conclusión, un comic muy entretenido, lleno de terror y misterio que mantiene la inocencia y la crudeza muy bien equilibradas.
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